miércoles, 17 de junio de 2020

INCENDIO AL AMANECER


Era la madrugada del viernes...Eduardo y yo estábamos profundamente dormidos...a eso de las 4:30 am nos despertamos sobresaltados por un golpe estruendoso...pensamos que seguro se trataba de un temblor...parecía que había cesado  así que nos fuimos de nuevo a la cama...pero el ruido empezó de nuevo...cosas que se movían, golpes, un hombre gritando...saltamos fuera de la cama...Eduardo salió al pasadizo a ver qué pasaba...ERA UN INCENDIO en el edificio que está al lado de nuestro pequeño departamento!!! En el último piso, que está junto a nosotros, un depósito ardía en llamas...adentro del edificio había un hombre...pidiendo ayuda a gritos...no podía salir de allí...al parecer no tenía llave...

Eduardo lo ayudó a trepar por el muro que nos separa, y el hombre pudo escapar por nuestra escalera y finalmente salir a la calle...nerviosos y todavía desconcertados corrimos a despertar a los chicos...en el desconcierto y el caos no nos poníamos de acuerdo sobre nada...además no teníamos nada a mano...no encontrábamos las mascarillas...ni las casacas...había que apurarse pues el humo podía propagarse rápidamente...finalmente salimos con lo que pudimos...los chicos y yo sin mascarillas...los pijamas puestos...

La calle estaba llena de personas, entre bomberos y policías...las llamas del incendio ardían inmensas y amenazantes...los bomberos hacían su labor...mientras todo esto pasaba yo me moría de miedo...allí estábamos en plena cuarentena...sin mascarillas, sin protección alguna...en medio de tanta gente...en plena calle...una pesadilla hecha realidad...abracé a Almu y Cai...mi mano aferrada a la mano de Caetano...tenía miedo de que saliera corriendo...mi mamá y su pareja ( que viven en el piso que está debajo de nosotros) nos pasaron unas mascarillas...Caetano no quería usar la mascarilla...se la sacaba a cada rato...y yo se la ponía de nuevo...empezaba a impacientarse, y había que tranquilizarlo...cómo explicarle lo que estaba sucediendo?...felizmente pude encontrar las palabras necesarias para explicarle lo que pasaba con claridad y que entendiera por qué no debía quitarse la mascarilla...y se tranquilizó...

El tiempo pasaba, y seguíamos sin poder entrar a nuestra casa...hacía frío...decidimos dar una vuelta para entretener a Cai...era la primera vez que los chicos salían desde que comenzó la cuarentena...la primera vez que veían la calle en tres meses!!! Nunca voy a olvidar la carita de Caetano...sus ojos bien abiertos, mirándolo todo con asombro...dando saltos de alegría...antes del coronavirus salíamos mucho a caminar con él...Cai nos jalaba...quería ir al parque...como tantas veces antes de esta cuarentena...pero decidimos mejor regresar...

Poco después, casi al amanecer nos dijeron que podíamos entrar a nuestro departamento...acostamos a los chicos...nos echamos para dormir un poco antes de que empezara el día...pero yo ya no pude conciliar el sueño...

Me quedé pensando en las ironías de la vida...tres meses en casa, teniendo todos los cuidados para no salir a la calle...para que nadie aquí en casa se contagiara...sintiendo que mi hogar era un lugar seguro...y en un segundo toda tu red de seguridad hecha pedazos...así sin más...de pronto el miedo...la vulnerabilidad...darte cuenta lo frágiles que somos...lo frágil que es esta vida...ponerte por un angustioso momento en los zapatos de tantas otras personas que podrían estar viviendo verdaderos dramas en ese preciso instante...dramas de verdad...personas enfermas luchando por su vida...personas que mueren...personas que pierden a sus seres queridos...

Entendí más que nunca que lo importante es el presente...este minuto en que escribo...este minuto en que estamos juntos...mi familia y yo...entendí que lo único que en verdad importa es que estamos bien...tenemos un techo donde abrigarnos...tenemos salud...tenemos comida...tenemos vida...las cosas buenas hay que disfrutarlas...y las cosas malas olvidarlas...dejarlas atrás...esta vida es fugaz...y hay que vivirla intensamente...como si cada día fuese el último...

Nada más importa...

(Escrito el 15 de junio del 2020)