lunes, 20 de agosto de 2018

LAGRIMAS EN LA MADRUGADA




Para Danielle & Kiddo

Estaba viendo mi Instagram en un café, cuando de pronto me topé con una publicación que me conmovió mucho…era una mamá muy joven, que había escrito acerca de una crisis que había tenido su pequeño hijo con autismo durante la noche…cómo no había podido dormir, desesperada tratando de calmarlo, de encontrar la manera de ayudarlo a estar tranquilo…sus palabras me remecieron…yo sabía de qué hablaba…yo había sido ella no una sino muchísimas veces…tan desesperada como ella…tan desolada como ella…los recuerdos vinieron a mi mente….como fantasmas del pasado…reales, vívidos, dolorosos aún…todavía cercanos…

Fue una de las peores épocas que vivimos con Cai…sucedió ya hace algunos años…Caetano empezó a hacer crisis en forma contínua…las crisis eran diarias…durante ellas podía ponerse violento, golpearte, morderte, jalarte los pelos…lo peor eran las noches…recuerdo el miedo que sentía cuando todo se oscurecía…pues sabía que invariablemente comenzaría todo de nuevo…enfrentarme a oscuras con la ira de Caetano…su frustración, su desesperación, su lucha interna, su angustia…todo estrellándose contra mí en la oscuridad del cuarto…confundida, sin saber cómo ni cuándo se había ido gestando todo en Cai…sin encontrar la forma de parar su sufrimiento y el mío…largas horas tratando de contenerlo hasta que el pico de su ira bajara y él se calmara, noche tras noche…

En la oscuridad del cuarto nos quedábamos él y yo…cada vez que Caetano se me acercaba para agredirme, yo no le decía nada…sólo lo llevaba a una sillita que había puesto en la habitación…y yo me sentaba al frente…innumerables veces que parecían eternas…Mientras Caetano venía una y otra vez a tratar de morderme o jalarme el pelo yo buscaba maneras de mantener el control…en medio de todo el frenesí me iba llenando de una mezcla de emociones…sentía infinita tristeza…no podía entender por qué Cai se portaba así…era como si me odiara en ese momento…si yo lo amaba…y él me amaba…cómo habíamos llegado a este punto?…por otro lado, otra parte de mí se rebelaba ante el maltrato…mi parte animal quería sencillamente reaccionar…devolver la misma violencia que recibía…dejar que mi cólera, mi impotencia y mi frustración se enfrentaran a las de él…golpearlo como era yo golpeada...pero no…yo era su madre…yo lo amaba…yo no iba a reaccionar como una bestia…la violencia nunca calmaría la violencia…Mientras sentía y pensaba todo esto mis ojos iban llenándose de lágrimas…lágrimas ardiendo sobre mis mejillas, lágrimas de angustia viva y descarnada nublando mis ojos…sentía que el mundo era un profundo hueco negro sin fondo…la más honda tristeza me invadía…mientras miraba la sombra de mi hijo frente a mí…mientras sentía su ira como una marea inmensa chocando contra las rocas…una marea fuerte, incontenible…implacable…

Entonces me iba…literalmente…mi cuerpo mecánicamente se encargaba de enfrentar y sentar en la silla  a Cai, pero al sentarme yo frente a él me imaginaba que yo no estaba allí, sino frente a un hermoso mar al atardecer...escuchando el sonido de las olas…o me imaginaba que caminaba por el campo al amanecer…mi mente se llenaba de hermosas imágenes, recuerdos, sensaciones…mi imaginación me llevaba muy lejos de allí, del cuarto, de Cai…y sólo así podía conseguir paz en medio del caos…También rezaba…yo, la agnóstica declarada y confesa, dejaba de razonar, sólo rezaba pidiendo serenidad…pues me sentía como cogida de un frágil hilo de estabilidad y de cordura que sentía se podía romper en cualquier momento…

Y luego de algunas horas ,que yo sentía eternas, Cai se calmaba…las oleadas de ira amainaban…con el cansancio llegaba la calma…entonces yo me acercaba por fin a él, agotado en su silla, cansado de luchar contra mí y contra sí mismo, sus ojos cerrándose por el sueño…lo abrazaba, lo llevaba a su cama y finalmente ya avanzada la madrugada podíamos dormir…rendidos él y yo…así cada noche durante meses interminables…sintiéndome profundamente sola…sin saber qué hacer…ni hablarlo con nadie…

Mientras tomaba mi taza de café no podía dejar de mirar la publicación de esta joven mamá en el celular frente a mí…me la imaginaba así como yo…frente a una taza de café, tratando de recobrar las energías, tratando de recomponerse de la angustiosa y agotadora noche, escribiendo quizás para sentirse menos sola, para ahuyentar a los fantasmas, para olvidar lo vivido, para escapar un rato, para recobrar la cordura, la paz, la calma…para sobrevivir, como yo…No nos conocemos…no sé ni siquiera su nombre, ni el de su pequeño…vivimos en países diferentes, con vidas diferentes…pero leyendo lo que había escrito podía sentir como propios todos aquellos sentimientos encontrados que me revelaban sus palabras…mi alma entendía el lenguaje de la suya…

Dejé el café a un lado y empecé a escribirle: “Querida Danielle…tus palabras me han conmovido profundamente…yo he estado en tu lugar tantas veces…sintiéndome sola, sin saber qué hacer…pero eventualmente todo pasará y las cosas mejorarán…siempre recuerda: NO ESTÁS SOLA…un abrazo inmenso para ti y para Kiddo”…

Espero que mis palabras hayan podido ayudar a Danielle…haberla confortado, haberle dado fuerzas, esperanza…quizás el sólo hecho de saber que alguien desde el otro extremo del mundo ha pasado o pasa por lo mismo que tú es más que suficiente para reanimar el espíritu y fortalecer el alma…

Me hubiera gustado contarle como las noches ahora son muy distintas aquí en casa con Cai…usualmente son el momento más bonito del día…cuando Caetano ya cansado me dice: “Mamá ven”…me toma de la mano, me hace meterme a la cama para dormir con él, y mientras nos miramos a los ojos en la oscuridad se va quedando dormido…es así Danielle…todo lo malo pasa…y viene de nuevo la calma…ten fé…siempre…


martes, 3 de abril de 2018

2 DE ABRIL - DIA MUNDIAL DEL AUTISMO 2018



Una noche poco antes de que nacieras me asaltó un temor…estaba descansando con mi barriga inmensa y tú dentro de ella, y de pronto miré a tu papá y le pregunté: “y si el bebe nace con autismo, o síndrome de down?”…nos quedamos mirando largo rato…al final los dos casi a la vez dijimos que te amaríamos con la misma intensidad…no imaginé nunca que mis palabras serían casi proféticas…tal vez un presentimiento de todo lo que después iba a suceder…

Muchos años después vamos caminando por una calle tu papá y yo…estamos haciendo tiempo para recogerte de una terapia…estamos algo cansados…hemos tenido una semana de fuertes discusiones ocasionadas por todo el estrés que a veces se vive en casa…en eso me viene a la mente el recuerdo de aquella noche, y de aquella pregunta que salió de lo más profundo de mí…Paré un momento, miré a tu papá a los ojos, y le pregunté: “Si alguien te hubiera dicho que tu hijo iba a tener autismo…si alguien te hubiera dicho todo lo que iba a pasar con Caetano, todo lo que íbamos a vivir, si te hubieran dicho que iban a haber momentos sumamente angustiantes y difíciles…habrías decidido tener a tu hijo igual?”

Nos miramos como aquella noche…pero en nuestras miradas había algo más profundo…mezcla de amor, ternura, alegría, tristeza, quizás la memoria de todos estos años viviendo junto a ti…entonces tu papá me contestó: “Si me hubieran hablado solo de los síntomas, cualquiera se hubiera negado..pero ahora que conozco a Caetano, volvería a tenerlo aún sabiendo de su autismo…aún sabiendo todo lo que vendría después…y luego me preguntó: “y tú…qué harías?”…yo le contesté inmediatamente: “Yo también…claro que escogería tenerlo”…

Tu papá observó después: “hablas así porque lo conoces…pero si no lo conocieras?...por ejemplo si quisieras adoptar a un niño y en el sitio de adopción te dan a escoger a un niño regular y a otro con una discapacidad…uno al que nadie quiere adoptar…a cuál escogerías?”

Me quedé pensando un rato algo largo…tratando de ser lo más sincera posible en mi respuesta…conmigo misma y con él…estábamos sólo nosotros dos…no tenía que responder algo para quedar bien…sólo decir lo que de verdad sentía hoy por hoy…después de tanto que hemos vivido…

Yo le contesté: “Escogería al niño con discapacidad…justamente porque nadie lo quiere llevar…justamente porque me necesita…y si me describieran a Cai y todo difícil que ha sido nuestro camino juntos, lo escogería a él…por lo mismo…porque Caetano me necesitaba a mí…porque necesitaba mi amor…y mi fuerza para salir adelante…”

Así es Cai…diez mil veces…te escogería a ti entre cualquier otro niño…con los momentos tristes…y los ratos difíciles…con los problemas de conducta…con las rabietas…con el cansancio de las jornadas juntos…con la desesperanza que a veces una siente…con el miedo y la soledad…y también con los hermosos momentos que me das…con tus ocurrencias marcianas…que yo llamo “tus geniales Caetanadas”…con tu maravillosa forma de cantar…con las sonrisas y hasta carcajadas que me provocan a veces tus travesuras…con tus arranques de ternura súbita…y tus subsecuentes abrazos de oso Koala a punto de tumbar a su mamá…con tu necesidad de mi abrazo para dormir…con tu alma tan indefensa y tu manera tan sencilla de ver el mundo…con tu inocencia conmovedora…con tus ojitos tan dulces buscando mi mirada justo antes de quedarte dormido…te escogería a ti…mi precioso e inigualable Caetano…

Ayer fue el Día Mundial del Autismo…y todo el día quise sentarme a escribir estas palabras…pero pasé todo el día junto a ti…ayudando en tu salón de clases, llevándote a las terapias, sentándome contigo a hacer las tareas…y ya no hubo tiempo de hacerlo…las escribo ahora, no porque tenga que hacerlo…no por concientizar a nadie…no por celebrar nada…sino porque no sólo cada 2 de abril, sino cada día que vivo contigo pienso en todo esto…en lo difícil que puede ser todo…pero en lo hermoso que es todo también…en lo afortunada que soy al tenerte conmigo…en lo agradecida de que entre todas las posibles mamás del mundo me escogieras a mí…y ese sólo hecho me confirma que la vida a veces es mágica y sabia...nos necesitábamos…y por eso estamos juntos en este camino…

Ayer marchamos por las calles juntos de la mano…quizás no hubieron polos azules…ni globitos…ni fanfarria…pero no me imagino mejor forma de pasar un 2 de abril contigo…haciendo, acompañándote…trabajando juntos…aprendiendo juntos…

Y así será por siempre Caetano…mi compañero de ruta…mi pequeño niño mágico…mi hermoso milagro…