viernes, 20 de noviembre de 2015

A VECES COMO HOY...



A veces como hoy
Siento que ya no creo en nada…ni nadie…
Que el amor no es suficiente
Cuando todo es mentira alrededor…

A veces como hoy pierdo la fé…
Siento que no quiero amar más…

Y en eso te veo…estás en un rincón…
Me acerco…a escuchar tu canción…
Te abrazo…te acerco a mí…
Siento el olor de tus cabellos…siento tu calor…
Tu pequeño corazón…tan ajeno a la miseria del mundo
Y de los amores contrariados…

Y se hace en mí el milagro…mi corazón vuelve a tener paz…
Mi alma se alegra…vuelvo a tener fé…
Y nada más importa…

Estás tú…luz de mi alma… Tú…

Vuelvo a creer en el amor…




sábado, 3 de octubre de 2015

DEBE EXISTIR UN DIOS, ALMU...



Era ya tarde en la noche…Caetano ya se había dormido, y Almudena estaba a punto de irse a su cama cuando en eso me contó algo que le había pasado en el día…hace poco Almu había tenido la valentía de decirle a su profesora que ella se consideraba agnóstica…y la profesora preocupada, le dijo hoy lo siguiente:  “Almudena, si quieres saber si Dios existe, reza el rosario todos los días, y después de hacerlo, recién entonces dime que eres agnóstica y que no puedes probar si Dios existe”…

Yo la escuché y mi primera reacción fue enojarme con la profesora, pues pensaba que ella no tenía ningún derecho a meterse con sus creencias o no creencias…pero después de pensarlo un poco le dije a Almu:  “puedes rezar diez mil veces el rosario…eso no te va a dar el convencimiento de que Dios existe…uno llega a ese convencimiento cuando uno tiene madurez, luego de pasar por muchas cosas…cuando lo sientes en el corazón…no puedes responder a esa duda ahora, por eso eres agnóstica…ser agnóstico no significa que no creas en algo…significa que no puedes afirmarlo a ciencia cierta…no puedes probar ni la no existencia de Dios ni su existencia…”

Y continué:  “Mira…yo soy agnóstica, pero soy una agnóstica muy especial…yo sí creo que debe haber una energía superior…una energía de amor, que nos acompaña…creo que no estamos solos…no te puedo dar pruebas de lo que digo…pero por cosas que me han pasado cuando he estado desesperada con todo lo de Caetano es que pienso que existe esa energía allí arriba…lo que la Miss llama Dios…”

Y me puse a contarle muchas cosas extrañas que me han sucedido las veces que he rezado a Dios pidiéndole ayuda…consciente de mi agnosticismo, pero a la vez sintiéndome tan desesperada y sola que sólo me quedaba pedirle ayuda a un ser superior…los ojitos de Almu brillaron con alegría…y su carita se llenó de asombro…entonces le dije: “yo no te puedo dar pruebas de la existencia de esa energía o ser superior…pero dentro de mi corazón siento que hay una gran probabilidad de que exista esa energía inmensa de amor…tengo fé en que debe haber algo superior…finalmente nosotros solo sabremos de que se trata todo cuando tengamos que morir”…

Entonces Almu me miró con los ojitos llenos de preocupación y de angustia y me dijo:  “mamá, yo no quiero morir…tengo miedo de morir…tengo miedo del ciclo de la vida…no quiero dejar de vivir en esta tierra, no quiero estar lejos de ti, de papá, sentirme sola…”

Me sentí sobrecogida y triste porque sabía que ese miedo de Almu es el mismo miedo que todos tenemos desde que tenemos conciencia de las cosas…me sentí impotente porque no podía ahorrarle esa sensación.,..acabar con su miedo…pensé que ser agnóstica no ayudaba…que si yo fuera católica creyente me bastaría con afirmarle que Dios existe, que todos nos vamos al cielo cuando morimos, que tengo fé absoluta en todo lo que afirmo…y calmar el corazón atormentado de mi hija con una buena dosis de dogmatismo…pero sólo atiné a abrazarla muy fuerte, acariciar su cabecita y decirle:  “no tengas miedo Almu…ya te he dicho antes que morir es tan solo cambiar de un estado a otro…como cuando una oruga se convierte en mariposa…yo…mi espíritu, mi amor, siempre voy a estar contigo, con Caetano…mi amor con ustedes, y tu amor y el de Caetano conmigo…en esta vida y dimensión y en la que venga después…estaremos siempre juntos…cuando uno se muere, nuestro espíritu viaja a una dimensión donde no necesita un cuerpo, somos energía que se libera y viaja hacia un lugar de paz y amor…y allí estaremos juntos siempre…no creo que solo seamos seres que nacen, crecen, se reproducen y mueren…no creo que nuestros huesos y cuerpo se vuelvan polvo y en eso acabemos…para mí debe haber algo después…algo inexplicable…algunos creen que después de esta vida hay otras vidas”…Almu me interrumpió:  “resucitamos como Jesús?”…le dije:  “no creo que resucitemos con nuestro cuerpo…creo que es más probable que al morir, nuestro espíritu  se reencarne en otra vida, en otro cuerpo, y que así pasamos por muchas vidas, mientras nuestro espíritu aprende, se perfecciona para finalmente regresar a la energía de amor de la que vino…finalmente de eso se trata la vida, de aprender a ser mejores seres humanos y aprender a amar, para eso venimos al mundo…”

Como Almu todavía se veía preocupada, la miré a los ojos y le dije:  “por qué no haces lo que te dijo tu Miss?”…por qué no le rezas a Dios?...aún si no sabes si existe o no…inténtalo…no tienes que hacerlo como te dice tu Miss…no hace falta recitar el padrenuestro o el ave maría, o rezar los misterios del rosario, sino hablar con las palabras que salen de tu corazón…por qué no dices esto:  “Señor, te pido que me ayudes para no sentir más miedo ni angustia, te pido que me des paz y tranquilidad para afrontar todos mis problemas…te agradezco todo lo que me das…amén” …así es como yo rezo…no necesitas abrir las palmas de tus manos ni extenderlas hacia el cielo, no necesitas ni siquiera persignarte, es sólo eso…hablar con Dios…a tu manera” … luego recordé la oración de la serenidad, la que tantas veces repito cuando estoy intranquila y le dije:  “algunas personas rezan mantras…palabras que repiten una y otra vez para lograr sentir paz…hay muchas…puedes decir OM, o NAM-MYOHO –RENGE-KYO …o también puedes decir estas palabras que a mí me ayudan mucho:  “Señor, concédeme la serenidad, para aceptar las cosas que no puedo cambiar, valor para cambiar las que puedo, y sabiduría para reconocer la diferencia”…le conté a Almu donde había aprendido la oración y cómo me ayudaba a conseguir paz en los momentos de zozobra…se lo conté muy emocionada…con la certeza en el corazón de estar dándole a mi hija un regalo muy especial…con la certeza de estar viviendo un momento hermoso, íntimo y emotivo con ella…

Cuando le ví la carita…de nuevo sonreía…y me preguntó:  “me puedes escribir la oración para llevarla conmigo?”…le dije que claro que sí…y ella añadió:  “Esta noche voy a rezar”…mientras la acompañaba a su cuarto le dije:  “pero tienes que hacerlo tú sola…yo no voy a rezar contigo…tienes que hacerlo cuando estés tranquila, en tu cama, con las luces apagadas…pues es algo personal…estoy segura que te vas a sentir mejor después Almu…todo va a estar bien”…


Y yo...después de acostarla y apagar las luces, me quedé sola…esperando con toda el alma haber encontrado las palabras para calmar las dudas de su alma…deseando que a pesar de mis propias incertidumbres y cuestionamientos, mi amor haya encontrado el mejor camino para expresarse, para envolverla, para darle la seguridad que tanto necesita…para darle paz…y mientras sentía todo esto adentro, prendí la computadora y me puse a escribir estas líneas que ahora ustedes están leyendo…pues sé que al escribirlo este hermoso momento no pasará como tantos recuerdos, sino que se hará eterno…perdudará en el tiempo…y algún día Almu le leerá estas líneas a sus hijos…y mi amor siempre estará allí…por siempre…para siempre…


© 2015 Verónica Esparza Paz.  Todos los derechos reservados.







lunes, 14 de septiembre de 2015

CAFÉ, CROISSANTS Y DISCRIMINACIÓN



Hoy Caetano y yo desayunamos DISCRIMINACIÓN...Acabábamos de entrar al café donde vamos siempre, y Cai me llevó directo a donde están las hojas para colorear que tienen en el café para darle a los niños pequeños...pues a él le gusta colorear con crayolas mientras esperamos el pedido...justo sobre la pila de hojas alguno de los mozos había dejado olvidada una máquina POS...cuando voy con Cai siempre estoy alerta para que no suceda ningún percance...ya había visto la máquina, así que me fijé que Cai no la agarrara mientras yo le daba una de las hojitas para colorear...en eso escucho la voz de una de las meseras diciéndole a la otra: "mira, han dejado la máquina POS allí...ahh..díganle a la señora que su hijo tenga cuidado porque la vez pasada rayó con crayola la mesa"... estábamos justo a su costado...y yo escuché todito...así que molesta me acerqué y le dije: "ya te escuché...no te preocupes, que voy a tener cuidado...si mi hijo raya la mesa con crayola, no lo hace a propósito...pero por lo demás, esas manchas de crayola salen con un pañito..." ...y luego añadí: "si fuera un niño pequeño el que estuviera pintando y hubiera manchado la mesa, no le dirías nada a la madre"...la chica se quedó de una pieza...no se esperaba lo que le dije...Cai y yo nos fuimos a sentar en un rincón...y luego de un rato, al ver lo que había pasado una de las meseras que me conoce de tiempo se acercó y me pidio disculpas en nombre de la mesera en cuestión...me dijo "le pido disculpas en nombre de mi compañera...yo sé que debe ser difícil para usted...que su hijo raye lo que quiera...si la mesa se ensucia eso sale...lo que hizo mi compañera se llama DISCRIMINACIÓN"...yo sólo le atiné a decir: "yo entiendo...pero ese tipo de comentarios fastidia...mucho...si mi hijo ensucia no lo hace a propósito..y si hay algún problema, puedo traer mis pañitos y limpiarlo todo...pues sale fácil así...pero lo que me parece es que las personas deberían tener a veces un poco más de humanidad"...

Casi se me salen algunas lágrimas...de cólera...de impotencia...puede parecer algo nimio, algo muy pequeño como para que yo me ofenda...pero jode...no es la primera vez que tengo que calarme comentarios u observaciones de ese tipo cuando estoy con Cai....en ese mismo café hace tiempo otra mesera se me acercó cuando Cai había cogido una revista y me dijo que mejor cogiera otra porque esa era nueva y la podía romper...y así pasan cosas por el estilo todo el tiempo...


Luego se me acercó la mesera que había soltado el comentario...y me pidió disculpas...le iba a decir algunas cosas...pero no pude...para qué...ya no importaba....pues dudo mucho que me hubiera entendido...es difícil ponerse en los zapatos de una madre de un niño con Autismo o con alguna otra condición...así que solo le dije: "no te preocupes...está bien"...y seguimos tomando nuestro desayuno...me quedé pensando en la gente...en nuestra sociedad...nos hace falta ser más tolerantes...nos hace falta ser más humanos...y ponernos un poco en el lugar del otro...los trazos de crayola de mi hijo salen con un pañito húmedo...pero el mal rato y el malestar de las palabras malintencionadas...eso se queda en el corazón...y no sale con nada...

(Escrito el 1 de setiembre, 2015)

© 2015 Verónica Esparza Paz.  Todos los derechos reservados.


sábado, 5 de septiembre de 2015

UN ABRAZO FUGAZ



En medio de los trajines de la mañana, Almu me dijo:  “mami, quiero tener siempre ocho años”…

La miré con los ojos arrebatados de ternura y le dije “no puedes amor…vas a seguir creciendo, Almu…todos seguimos creciendo…así es la vida…pero tú siempre vas a ser mi chiquita de ocho años…para las mamás nuestros hijos siempre son nuestros pequeños”…

Le dije: “ven, Almu”…y ella se sentó sobre mis rodillas…me dí cuenta que había crecido tanto en tan poco tiempo…apenas se hubo sentado, se hizo un ovillito y se acurrucó contra mí…como si fuera mi bebita de nuevo…nos abrazamos con un abrazo tierno, largo, sintiéndola  tan cerca, tan niña todavía, tan necesitada del abrazo de mamá…sentí su respiración, acaricié sus cabellos, cerré mis ojos abandonándome a la delicada y profunda belleza del momento…y luego le dije: “te quiero mucho Almu”…y ella me dijo”yo también te quiero mucho, mamá”…


La apreté contra mí…hubiera querido que ese instante fuera eterno…pero fue como todo en esta vida…fugaz, efímero…la vida volvió a girar vertiginosamente alrededor…terminamos el desayuno, y Almu se fue al colegio…dejándome con el recuerdo de sus bracitos rodeándome y su mirada inocente y tierna…dejándome con el alma llena de una mezcla indescriptible de tristeza, ternura y alegría…y en los ojos lágrimas de emoción…

(Escrito el 2 de julio, 2015)

© 2015 Verónica Esparza Paz.  Todos los derechos reservados.




martes, 5 de mayo de 2015

CONTEMPLACIÓN

Tanto caminar por sendas oscuras, desesperanzadas…tanto llanto…para al final llegar a este puerto y darme cuenta de que todo es tan simple…parar la búsqueda, parar de esperar…agarrarte de la mano y caminar por el sendero…sentarnos a ver el mar…mirarte a los ojos y ver lo hermoso que eres…tus gestos que me pueden hacer reir y llorar…parar a verte un momento…capturar el tiempo…para que no se me escape nada…acariciar las ondas de tu pelo…sin nada más que hacer…dedicarme a sentirte…a entenderte….y que el tiempo haga lo que quiera allá afuera…mientras sigo allí…contigo…suspendidos en un espacio solo de dos…mirando el brillo del sol de atardecer en las olas…escuchando los murmullos del mar…maravillados de cada fulgor…envueltos por haces de luz…cómo tardé tanto tiempo en entender que eres perfecto…que sólo se trata de dejarme llevar por ti…por tus tiempos…callarme un poco…para escuchar tu voz…tu voz que sólo yo escucho…tu canto que sólo yo entiendo…y sentir calientito en mi pecho…sentir abrigo…reposo para mi alma por fin…abrir mi corazón a este maravilloso tiempo de mariposas blancas…de amor…de felicidad…de paz…mientras te abrazo despacito…mientras sonrio y sonríes…con tu cabecita en mi hombro…sin pensar en mañanas…sólo este mágico presente…nada más…


domingo, 15 de marzo de 2015

UN LOBO CON PIEL DE OVEJA



Cuando eres la madre de un niño con autismo, llega el momento en que tarde o temprano tienes que enfrentarte  cara a cara con la discriminación…y no una sino incontables veces…puede presentarse de muchas formas…a veces puede mostrarse desfachatada y abiertamente, pero a veces se disfraza…se da de una forma muy sutil, algo que a primera vista puede parecer muy inocente o bien intencionado…es un lobo con piel de oveja…un lobo agazapado, taimado, pero que si tienes la agudeza y percepción suficientes, cosa que es muy fácil cuando se ha venido enfrentando este tipo de situaciones desde hace tiempo, logras identificar con claridad y rapidez…pues a una el instinto no la engaña…a ese lobo disfrazado siempre se le ven los pies…

Hace poco tuve uno de estos desafortunados encuentros con la discriminación. Mi esposo y yo habíamos inscrito a Almudena y a Caetano en un curso de natación para este verano.  Una de las profesoras conocía a Caetano, y tenía mucha llegada con él, así que a petición de ella misma, inscribimos a Caetano en su horario.  El primer día de clases, Eduardo y yo estábamos sentados a un lado de la piscina junto al grupo de Cai, por si se presentaba algún problema con él…en eso vino un señor que nos dijo que no podíamos estar sentados allí…nos teníamos que ir al segundo piso…yo le expliqué que mi hijo tenía autismo, y que estábamos allí por si se presentaba algún problema o eventualidad…inmediatamente el señor me dijo lo siguiente:  “Señora, no sé si usted está enterada, pero hay un grupo en otro horario que es justamente para niños especiales, tal vez le interese…”  No lo dejé continuar…con el tono más terminante del mundo le respondí inmediatamente:  “muchas gracias señor…le agradezco el interés en mi hijo…pero nosotros lo hemos traído a este horario para que trabaje con Miss X, y no voy a cambiar a mi hijo de horario…yo me voy a ir arriba…pero mi esposo se queda abajo…por si mi hijo lo necesite”…el señor no se atrevió a decirme más…y se fue por donde vino con el rabo entre las patas…

Apenas hubo desaparecido mi esposo me regaño:  “Por qué eres así?...has tratado muy mal a ese pobre señor que sólo quería ayudarnos!”...yo le respondí: “ese señor no quería ayudarnos…quería echar a Cai de este turno, porque no quiere a un niño con autismo en el grupo…lo está discriminando…no te das cuenta?!!!”

Para mi esposo yo era una intransigente, y estaba exagerando…una vez más…el tema quedó allí…no volví a toparme con el hombre en cuestión…pero ya casi al final del curso me enteré de cómo había terminado todo aquella tarde….cuando la clase acabó, el señor, que al parecer era quien administraba el uso de la piscina, se acercó a Miss X y le indicó que Caetano no debía estar allí…le recordó que había un horario para niños especiales…Miss X, sin pensarlo dos veces le dijo al hombre lo que ni siquiera yo me había atrevido a decir: “Lo que Ud. está queriendo hacer con ese niño se llama DISCRIMINACIÓN”…Miss X tuvo los cojones que nos habían faltado tanto a Eduardo como a mí…paró en seco las intenciones discriminatorias del hombre, y gracias a ella no volvimos a tener problema alguno con el sujeto en cuestión durante el verano…y Caetano pudo terminar su curso de natación en ese horario…

Las personas que discriminan suelen tener toda una serie de explicaciones y argumentos que justifican la discriminación…si los escuchas…como a ese hombre de la natación, a simple vista puede parecer que sinceramente hacen lo que hacen con buena intención…pero no es así…sean conscientes o no de lo que están haciendo…están discriminando…

Pero hay ocasiones en que la discriminación se esconde tras cosas más cotidianas…o se da en formas más sutiles…

Como por ejemplo cuando alguien cercano a nuestra familia o a veces alguien de nuestra misma familia invita a Almudena a alguna actividad, y no invitan a Caetano…

La primera vez que sucedió una cosa así, estábamos en un almuerzo familiar…ya casi terminando el almuerzo, uno de los tíos de los chicos invitó a Almudena a ir a un centro comercial con sus primos, y luego a comer…delante de Caetano…la invitación solo era para Almu…

Me cogió fría y nada preparada…no sabía qué decir…me ponía en un compromiso pues Almu que estaba allí presente quería ir obviamente…mi esposo me dijo que le diera permiso, así que a regañadientes la dejé ir al centro comercial…

Pero apenas Almu, sus tíos y primos hubieron salido por la puerta del departamento me dí cuenta de mi gran error…volteé a ver a Caetano…estaba corriendo y dando vueltas por la sala…no sé si se habría dado cuenta, si se habría molestado por no salir junto a su hermana…si se habría molestado porque no lo invitaran a él también…lo que sí sé es que no era justo…nada justo…había sido dejado de lado…había sido discriminado…me sentí muy mal…Fue la última vez que yo di un permiso así…la siguiente vez que invitaron a Almu a salir, dejé muy en claro que no podía dar un permiso así, pues si Almudena iba, Caetano también tenía el derecho de ir…y si no podían llevarlo, pues ninguno iba y punto…

Ha pasado varias veces…invitan a Almu delante de Caetano…no nos dicen que la invitación es para Cai también…o para que nos juntemos las familias…y cuando yo he manifestado mi molestia por ello, cuando he tratado de que entiendan que están discriminando a Cai, me han salido con el argumento de que Almudena necesita su espacio…

…No dudo que sus intenciones sean buenas, pero uno se puede equivocar aún con la mejor intención del mundo…Almudena tiene su espacio…su colegio…sus amigas…y por lo demás yo soy la encargada de ver la manera en que eso se dé…no los demás…Almudena no es una víctima, ni Caetano su victimario…no es una prisionera ni Cai es su carcelero… y ella tiene que aprender a convivir, compartir, incluir a su hermano en su vida…y no solo ella…su familia también tiene que aprender a hacerlo… a ellos no les corresponde separarlos, ni hacer diferencias entre ellos, les corresponde incluir a Cai en sus invitaciones… Yo tengo un mellizo, y nunca, pero nunca a nadie de la familia se le ocurrió invitar a uno pero no al otro…

Por otro lado, entiendo que seguro para ellos el hecho de invitar a Cai implica hacerse de una responsabilidad demasiado grande y que no pueden manejar…obviamente Cai no puede ir solo, sino que un adulto, su padre o yo, o ambos, lo debe acompañar…entiendo que tal vez no tienen planeado un paseo con tantas personas…pero hay que ser comprensivos, flexibles, pues se trata de un miembro de la familia…qué problema habría en invitar a dos personas más…quiero decir, a Cai con papá o mamá?...es cuestión de tener buena voluntad y con cariño buscar soluciones, para integrar a Cai en este tipo de actividades…pues es la familia de él también…

Según Wikipedia “…en su acepción más coloquial, el término ´discriminación´se refiere al acto de hacer una distinción o segregación que atenta contra la igualdad”.   Entonces…por lo que a mí y a Wikipedia respecta, si alguien invita a Almudena a alguna actividad y no a Caetano, esa persona está discriminando…y si de por sí eso es terrible, es más terrible si lo hacen delante de Caetano…él no entiende lo que es la discriminación…no por el momento…pero algún día entenderá la situación, y se sentirá mal por ello…además, lo que sí entiende muy bien Cai es que a su hermanita la invitan y a él no…hay muchas cosas que pueden pasar por la cabeza de Caetano…cosas que no sabemos a ciencia cierta porque no las puede expresar…tal vez él pueda pensar: “hey…espérenme… yo también quiero ir”…él va creciendo, y su capacidad de comprensión también…tal vez este tipo de cosas puedan molestarlo, y no puede expresar su molestia…

Y duele…duele muchísimo cuando estas cosas pasan…Cai tiene sentimientos…ve, escucha y va entendiendo cada día más…tiene una mente más compleja de lo que todos piensan…yo lo sé bien…soy su madre…yo no puedo permitir este tipo de trato diferencial, ni de un profesor de natación, ni de la familia…mucho menos de parte de la familia…

Nos matamos tanto pidiendo inclusión en todos los ámbitos…inclusión social, inclusión educativa…pero definitivamente tengo muy en claro que la inclusión empieza en casa…y mis hijos son iguales, tienen los mismos derechos, y deben ser tratados de la misma manera, con respeto y consideración…


Las madres de niños con discapacidad, cualquiera que sea ésta, debemos estar alertas, saber reconocer la discriminación cuando se nos presenta…como ya dije antes puede estar disfrazada…puede ser intencionada o no…pero segregar es discriminar…no nos sirve de nada quedarnos callados para no ofender a nadie…para no quedar mal…nuestra primera y más importante responsabilidad es defender a nuestros hijos…defender sus derechos… no ganar un concurso de popularidad…o evitar pleitos con amigos o familiares…a la sociedad y a la familia hay que educarlas…se necesita que las personas en general abran sus mentes y sus corazones, que aprendan a ser tolerantes, que aprendan a incluir…pues sí es posible…este mundo es para todos…y todos somos iguales…


© 2015 Verónica Esparza Paz.  Todos los derechos reservados.

lunes, 9 de febrero de 2015

EL NIÑO DEL PISO DE ABAJO


Cuando Almu nació, Eduardo y yo vivíamos en San Borja…en el último piso de un pequeño edificio…era un sitio tranquilo…pero esa tranquilidad se quebraba todas las tardes a la misma hora…justo en el momento en que yo ponía a Almu a hacer la siesta, empezaba el problema…desde el patio del piso de abajo se escuchaba a un niño dando unos gritos agudos e intermitentes…la cosa podía prolongarse por más o menos una hora…y además de hacerme sumamente difícil la labor de hacer dormir a Almudena los gritos de ese niño me ponían los nervios de punta y me taladraban el tímpano…

A veces me asomaba por la ventana tratando de ver al niño…pero no lograba ver más que sus piernas, pues había un toldo que no me dejaba ver más…lo veía moverse sin descanso…dar pequeños saltitos emitiendo gritos guturales…no hablaba nada…por los sonidos que emitía una podía darse cuenta de si se sentía bien, o si estaba pasando por un mal día…a veces su mamá lo llamaba por su nombre…le daba indicaciones…era evidente que algo pasaba con él…aunque no sabía exactamente qué era…

Una tarde en que estaba especialmente cansada…el niño empezó a gritar…cada vez más fuerte…no paraba…realmente era insoportable…ya estaba harta…era suficiente…es que la madre no se daba cuenta de que los gritos de su hijo se escuchaban por todo el edificio?...es que no se daba cuenta de cuán intolerable era todo?  Indignada y furiosa, abrí la ventana de mi departamento que daba al patio donde estaban ellos y grité con todas mis fuerzas:  “Por favor…silencioooo!!!...no puedo hacer dormir a mi bebé!!!”…y acto seguido cerré la ventana con fuerza…se hizo un silencio…y así fue desde ese momento en adelante…ya no se escucharon más los gritos del niño…a veces lo escuchábamos a lo lejos…pero nunca más se escucharon los gritos en el patio…fin del problema…

En ese momento yo no lo sabía…pero el niño del piso de abajo tenía autismo…

Ahora que han pasado los años…la vida tan sabia siempre me da una gran lección…ahora es Cai el niño que corre sin parar, que salta, que a veces da gritos ensordecedores, y yo soy esa mamá…tratando de tranquilizarlo…dándole indicaciones…nerviosa si los gritos ocurren delante de otros…teniendo miedo de que se desencadene una crisis en cualquier momento…teniendo miedo de importunar a los vecinos…teniendo miedo de la mirada inquisidora y prejuiciosa de la gente…yo soy esa mamá que seguramente estaba tan cansada…que seguramente necesitaba a gritos un descanso…un hombro en donde apoyarse…un oído dispuesto a escucharla…una amiga solidaria y comprensiva con quien desfogar la marea revuelta que llevaba adentro…

No recuerdo el nombre del niño del piso de abajo…por más que he querido no puedo recordarlo…pero pienso en él a diario...me siento tan mal de haber reaccionado así…si pudiera regresar en el tiempo me acercaría a la puerta de la señora…le pediría disculpas…le hablaría de Caetano…trataría de hacerme su amiga…le contaría tantas cosas…la escucharía…y sobretodo…le daría al niño del piso de abajo un abrazo y un beso llenos de inmensa ternura…llenos de cariño y comprensión…llenos de paciencia y amor…entre sus gritos, sus aleteos, sus pequeños saltos…


El mismo beso y abrazo que le doy a Caetano cada vez que se acerca a mí…y me deja acercarme a él…