Para Danielle & Kiddo
Estaba viendo mi Instagram en un café, cuando de
pronto me topé con una publicación que me conmovió mucho…era una mamá muy
joven, que había escrito acerca de una crisis que había tenido su pequeño hijo
con autismo durante la noche…cómo no había podido dormir, desesperada tratando
de calmarlo, de encontrar la manera de ayudarlo a estar tranquilo…sus palabras
me remecieron…yo sabía de qué hablaba…yo había sido ella no una sino muchísimas
veces…tan desesperada como ella…tan desolada como ella…los recuerdos vinieron a
mi mente….como fantasmas del pasado…reales, vívidos, dolorosos aún…todavía
cercanos…
Fue una de las peores épocas que vivimos con Cai…sucedió
ya hace algunos años…Caetano empezó a hacer crisis en forma contínua…las crisis
eran diarias…durante ellas podía ponerse violento, golpearte, morderte, jalarte
los pelos…lo peor eran las noches…recuerdo el miedo que sentía cuando todo se
oscurecía…pues sabía que invariablemente comenzaría todo de nuevo…enfrentarme a
oscuras con la ira de Caetano…su frustración, su desesperación, su lucha
interna, su angustia…todo estrellándose contra mí en la oscuridad del
cuarto…confundida, sin saber cómo ni cuándo se había ido gestando todo en
Cai…sin encontrar la forma de parar su sufrimiento y el mío…largas horas tratando
de contenerlo hasta que el pico de su ira bajara y él se calmara, noche tras
noche…
En la oscuridad del cuarto nos quedábamos él y
yo…cada vez que Caetano se me acercaba para agredirme, yo no le decía nada…sólo
lo llevaba a una sillita que había puesto en la habitación…y yo me sentaba al
frente…innumerables veces que parecían eternas…Mientras Caetano venía una y
otra vez a tratar de morderme o jalarme el pelo yo buscaba maneras de mantener
el control…en medio de todo el frenesí me iba llenando de una mezcla de
emociones…sentía infinita tristeza…no podía entender por qué Cai se portaba
así…era como si me odiara en ese momento…si yo lo amaba…y él me amaba…cómo
habíamos llegado a este punto?…por otro lado, otra parte de mí se rebelaba ante
el maltrato…mi parte animal quería sencillamente reaccionar…devolver la misma
violencia que recibía…dejar que mi cólera, mi impotencia y mi frustración se
enfrentaran a las de él…golpearlo como era yo golpeada...pero no…yo era su
madre…yo lo amaba…yo no iba a reaccionar como una bestia…la violencia nunca
calmaría la violencia…Mientras sentía y pensaba todo esto mis ojos iban llenándose
de lágrimas…lágrimas ardiendo sobre mis mejillas, lágrimas de angustia viva y
descarnada nublando mis ojos…sentía que el mundo era un profundo hueco negro
sin fondo…la más honda tristeza me invadía…mientras miraba la sombra de mi hijo
frente a mí…mientras sentía su ira como una marea inmensa chocando contra las
rocas…una marea fuerte, incontenible…implacable…
Entonces me iba…literalmente…mi cuerpo mecánicamente
se encargaba de enfrentar y sentar en la silla a Cai, pero al sentarme yo frente a él me
imaginaba que yo no estaba allí, sino frente a un hermoso mar al
atardecer...escuchando el sonido de las olas…o me imaginaba que caminaba por el
campo al amanecer…mi mente se llenaba de hermosas imágenes, recuerdos,
sensaciones…mi imaginación me llevaba muy lejos de allí, del cuarto, de Cai…y
sólo así podía conseguir paz en medio del caos…También rezaba…yo, la agnóstica
declarada y confesa, dejaba de razonar, sólo rezaba pidiendo serenidad…pues me
sentía como cogida de un frágil hilo de estabilidad y de cordura que sentía se
podía romper en cualquier momento…
Y luego de algunas horas ,que yo sentía eternas, Cai
se calmaba…las oleadas de ira amainaban…con el cansancio llegaba la
calma…entonces yo me acercaba por fin a él, agotado en su silla, cansado de
luchar contra mí y contra sí mismo, sus ojos cerrándose por el sueño…lo
abrazaba, lo llevaba a su cama y finalmente ya avanzada la madrugada podíamos
dormir…rendidos él y yo…así cada noche durante meses interminables…sintiéndome
profundamente sola…sin saber qué hacer…ni hablarlo con nadie…
Mientras tomaba mi taza de café no podía dejar de
mirar la publicación de esta joven mamá en el celular frente a mí…me la
imaginaba así como yo…frente a una taza de café, tratando de recobrar las
energías, tratando de recomponerse de la angustiosa y agotadora noche,
escribiendo quizás para sentirse menos sola, para ahuyentar a los fantasmas,
para olvidar lo vivido, para escapar un rato, para recobrar la cordura, la paz,
la calma…para sobrevivir, como yo…No nos conocemos…no sé ni siquiera su nombre,
ni el de su pequeño…vivimos en países diferentes, con vidas diferentes…pero
leyendo lo que había escrito podía sentir como propios todos aquellos
sentimientos encontrados que me revelaban sus palabras…mi alma entendía el
lenguaje de la suya…
Dejé el café a un lado y empecé a escribirle:
“Querida Danielle…tus palabras me han conmovido profundamente…yo he estado en tu
lugar tantas veces…sintiéndome sola, sin saber qué hacer…pero eventualmente
todo pasará y las cosas mejorarán…siempre recuerda: NO ESTÁS SOLA…un abrazo
inmenso para ti y para Kiddo”…
Espero que mis palabras hayan podido ayudar a Danielle…haberla confortado, haberle dado fuerzas, esperanza…quizás el sólo hecho de
saber que alguien desde el otro extremo del mundo ha pasado o pasa por lo mismo
que tú es más que suficiente para reanimar el espíritu y fortalecer el alma…
Me hubiera gustado contarle como las noches ahora
son muy distintas aquí en casa con Cai…usualmente son el momento más bonito del
día…cuando Caetano ya cansado me dice: “Mamá ven”…me toma de la mano, me hace
meterme a la cama para dormir con él, y mientras nos miramos a los ojos en la
oscuridad se va quedando dormido…es así Danielle…todo lo malo pasa…y viene de nuevo
la calma…ten fé…siempre…
Haz pasado por tanto y aún te siento tan frágil, pero te conozco y sé que cuando amas lo haces con todo tu ser . El corazón de madre siempre encuentra el refugio de ángeles que nos salvan y nos consuelan . Que lindo que entre todo encontraste la fuerza de Dios.
ResponderEliminarQue la fe te acompañe siempre amiga querida . Te admiro muchísimo 😘
Veroo que alegría que cuentes tus experiencias para ayudar a muchos padres, me alegra mucho que Cae haya mejorado y es gracias a la dedicación y el gran amor que le das.. Dios te da la fortaleza����������
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