Cuando eres la madre de un niño con autismo, llega
el momento en que tarde o temprano tienes que enfrentarte cara a cara con la discriminación…y no una
sino incontables veces…puede presentarse de muchas formas…a veces puede mostrarse
desfachatada y abiertamente, pero a veces se disfraza…se da de una forma muy
sutil, algo que a primera vista puede parecer muy inocente o bien
intencionado…es un lobo con piel de oveja…un lobo agazapado, taimado, pero que
si tienes la agudeza y percepción suficientes, cosa que es muy fácil cuando se
ha venido enfrentando este tipo de situaciones desde hace tiempo, logras
identificar con claridad y rapidez…pues a una el instinto no la engaña…a ese
lobo disfrazado siempre se le ven los pies…
Hace poco tuve uno de estos desafortunados
encuentros con la discriminación. Mi esposo y yo habíamos inscrito a Almudena y
a Caetano en un curso de natación para este verano. Una de las profesoras conocía a Caetano, y
tenía mucha llegada con él, así que a petición de ella misma, inscribimos a
Caetano en su horario. El primer día de
clases, Eduardo y yo estábamos sentados a un lado de la piscina junto al grupo
de Cai, por si se presentaba algún problema con él…en eso vino un señor que nos
dijo que no podíamos estar sentados allí…nos teníamos que ir al segundo piso…yo
le expliqué que mi hijo tenía autismo, y que estábamos allí por si se
presentaba algún problema o eventualidad…inmediatamente el señor me dijo lo
siguiente: “Señora, no sé si usted está
enterada, pero hay un grupo en otro horario que es justamente para niños
especiales, tal vez le interese…” No lo
dejé continuar…con el tono más terminante del mundo le respondí
inmediatamente: “muchas gracias señor…le
agradezco el interés en mi hijo…pero nosotros lo hemos traído a este horario
para que trabaje con Miss X, y no voy a cambiar a mi hijo de horario…yo me voy
a ir arriba…pero mi esposo se queda abajo…por si mi hijo lo necesite”…el señor
no se atrevió a decirme más…y se fue por donde vino con el rabo entre las
patas…
Apenas hubo desaparecido mi esposo me regaño: “Por qué eres así?...has tratado muy mal a
ese pobre señor que sólo quería ayudarnos!”...yo le respondí: “ese señor no
quería ayudarnos…quería echar a Cai de este turno, porque no quiere a un niño
con autismo en el grupo…lo está discriminando…no te das cuenta?!!!”
Para mi esposo yo era una intransigente, y estaba
exagerando…una vez más…el tema quedó allí…no volví a toparme con el hombre en
cuestión…pero ya casi al final del curso me enteré de cómo había terminado todo
aquella tarde….cuando la clase acabó, el señor, que al parecer era quien
administraba el uso de la piscina, se acercó a Miss X y le indicó que Caetano
no debía estar allí…le recordó que había un horario para niños especiales…Miss
X, sin pensarlo dos veces le dijo al hombre lo que ni siquiera yo me había
atrevido a decir: “Lo que Ud. está queriendo hacer con ese niño se llama DISCRIMINACIÓN”…Miss
X tuvo los cojones que nos habían faltado tanto a Eduardo como a mí…paró en
seco las intenciones discriminatorias del hombre, y gracias a ella no volvimos
a tener problema alguno con el sujeto en cuestión durante el verano…y Caetano
pudo terminar su curso de natación en ese horario…
Las personas que discriminan suelen tener toda una
serie de explicaciones y argumentos que justifican la discriminación…si los
escuchas…como a ese hombre de la natación, a simple vista puede parecer que
sinceramente hacen lo que hacen con buena intención…pero no es así…sean
conscientes o no de lo que están haciendo…están discriminando…
Pero hay ocasiones en que la discriminación se
esconde tras cosas más cotidianas…o se da en formas más sutiles…
Como por ejemplo cuando alguien cercano a nuestra
familia o a veces alguien de nuestra misma familia invita a Almudena a alguna
actividad, y no invitan a Caetano…
La primera vez que sucedió una cosa así, estábamos
en un almuerzo familiar…ya casi terminando el almuerzo, uno de los tíos de los
chicos invitó a Almudena a ir a un centro comercial con sus primos, y luego a
comer…delante de Caetano…la invitación solo era para Almu…
Me cogió fría y nada preparada…no sabía qué decir…me
ponía en un compromiso pues Almu que estaba allí presente quería ir obviamente…mi
esposo me dijo que le diera permiso, así que a regañadientes la dejé ir al
centro comercial…
Pero apenas Almu, sus tíos y primos hubieron salido
por la puerta del departamento me dí cuenta de mi gran error…volteé a ver a
Caetano…estaba corriendo y dando vueltas por la sala…no sé si se habría dado
cuenta, si se habría molestado por no salir junto a su hermana…si se habría
molestado porque no lo invitaran a él también…lo que sí sé es que no era justo…nada
justo…había sido dejado de lado…había sido discriminado…me sentí muy mal…Fue la
última vez que yo di un permiso así…la siguiente vez que invitaron a Almu a
salir, dejé muy en claro que no podía dar un permiso así, pues si Almudena iba,
Caetano también tenía el derecho de ir…y si no podían llevarlo, pues ninguno
iba y punto…
Ha pasado varias veces…invitan a Almu delante de
Caetano…no nos dicen que la invitación es para Cai también…o para que nos
juntemos las familias…y cuando yo he manifestado mi molestia por ello, cuando
he tratado de que entiendan que están discriminando a Cai, me han salido con el
argumento de que Almudena necesita su espacio…
…No dudo que sus intenciones sean buenas, pero uno
se puede equivocar aún con la mejor intención del mundo…Almudena tiene su
espacio…su colegio…sus amigas…y por lo demás yo soy la encargada de ver la
manera en que eso se dé…no los demás…Almudena no es una víctima, ni Caetano su victimario…no
es una prisionera ni Cai es su carcelero… y ella tiene que aprender a convivir,
compartir, incluir a su hermano en su vida…y no solo ella…su familia también
tiene que aprender a hacerlo… a ellos no les corresponde separarlos, ni hacer
diferencias entre ellos, les corresponde incluir a Cai en sus invitaciones… Yo
tengo un mellizo, y nunca, pero nunca a nadie de la familia se le ocurrió
invitar a uno pero no al otro…
Por otro lado, entiendo que seguro para ellos el
hecho de invitar a Cai implica hacerse de una responsabilidad demasiado grande
y que no pueden manejar…obviamente Cai no puede ir solo, sino que un adulto, su
padre o yo, o ambos, lo debe acompañar…entiendo que tal vez no tienen planeado
un paseo con tantas personas…pero hay que ser comprensivos, flexibles, pues se
trata de un miembro de la familia…qué problema habría en invitar a dos personas
más…quiero decir, a Cai con papá o mamá?...es cuestión de tener buena voluntad y
con cariño buscar soluciones, para integrar a Cai en este tipo de actividades…pues
es la familia de él también…
Según Wikipedia “…en su acepción más coloquial, el
término ´discriminación´se refiere al acto de hacer una distinción o
segregación que atenta contra la igualdad”. Entonces…por lo que a mí y a Wikipedia
respecta, si alguien invita a Almudena a alguna actividad y no a Caetano, esa
persona está discriminando…y si de por sí eso es terrible, es más terrible si
lo hacen delante de Caetano…él no entiende lo que es la discriminación…no por
el momento…pero algún día entenderá la situación, y se sentirá mal por ello…además,
lo que sí entiende muy bien Cai es que a su hermanita la invitan y a él no…hay
muchas cosas que pueden pasar por la cabeza de Caetano…cosas que no sabemos a
ciencia cierta porque no las puede expresar…tal vez él pueda pensar: “hey…espérenme…
yo también quiero ir”…él va creciendo, y su capacidad de comprensión también…tal
vez este tipo de cosas puedan molestarlo, y no puede expresar su molestia…
Y duele…duele muchísimo cuando estas cosas pasan…Cai
tiene sentimientos…ve, escucha y va entendiendo cada día más…tiene una mente
más compleja de lo que todos piensan…yo lo sé bien…soy su madre…yo no puedo
permitir este tipo de trato diferencial, ni de un profesor de natación, ni de
la familia…mucho menos de parte de la familia…
Nos matamos tanto pidiendo inclusión en todos los
ámbitos…inclusión social, inclusión educativa…pero definitivamente tengo muy en
claro que la inclusión empieza en casa…y mis hijos son iguales, tienen los
mismos derechos, y deben ser tratados de la misma manera, con respeto y
consideración…
Las madres de niños con discapacidad, cualquiera que
sea ésta, debemos estar alertas, saber reconocer la discriminación cuando se
nos presenta…como ya dije antes puede estar disfrazada…puede ser intencionada o
no…pero segregar es discriminar…no nos sirve de nada quedarnos callados para no
ofender a nadie…para no quedar mal…nuestra primera y más importante
responsabilidad es defender a nuestros hijos…defender sus derechos… no ganar un
concurso de popularidad…o evitar pleitos con amigos o familiares…a la sociedad
y a la familia hay que educarlas…se necesita que las personas en general abran
sus mentes y sus corazones, que aprendan a ser tolerantes, que aprendan a
incluir…pues sí es posible…este mundo es para todos…y todos somos iguales…
© 2015 Verónica Esparza Paz. Todos los derechos reservados.
No hay comentarios:
Publicar un comentario