Madre y Niño - Gustav Klimt |
Tuve un sueño anoche…soñé con una mamá y un niñito…el niñito
tenía autismo…el niño quería algo que la mamá tenía…y la mamá le exigía que le
dijese con palabras lo que quería…de manera ruda, alzándole la voz,
malhumorada, autoritaria…una y otra vez le decía “DÍ X…DÍ X”; en eso yo me
acerco…y le digo al niño…”tu mami quiere que le digas X”…con la voz más suave y
amable que podía en ese momento…para mi sorpresa y de la mamá, el niño dijo la
palabra que la madre le pedia que dijera…
Entonces le dije a la mamá:
“Ves?...se trata de decirle las cosas con amor…con cariño…”
Y me desperté…
Me quedé pensando…quien era quien en el sueño…era
yo…criticándome a mi misma…
Cuántas veces debo haber actuado como esa mama del sueño?...
Muchas veces sin duda…Muchas veces dejo que gane el
desánimo…muchas veces me siento derrotada, me invade la tristeza, el
pesimismo…o un cansancio horrible se apodera de mí, cuando Cai no me ha dejado
dormir en la noche…Muchas veces me siento a trabajar con él y siento que es tan
cuesta arriba, en vez de sentirme contenta por estar con él…y en vez de ser una
mamá alegre, cariñosa, soy una mamá gris, triste, cansada, apagada…
Cuántas veces me enfoco demasiado en lo que hace mal o en
alguna malacrianza, entonces le digo a cada rato “NO CAETANO”…y reniego, y le
hablo malhumorada…y me olvido de elogiarlo, de decirle algo bonito, de darle un
beso cuando hace algo bien…
Cuantas veces voy por la vida como alma en pena, en vez de
sencillamente dedicarme a SER FELIZ y disfrutar a mis hijos…
Me he dado cuenta de que cuando Cai me percibe triste y
preocupada, y cuando me siente de alguna forma poco conectada con él, lejana,
comienza a portarse realmente como los diablos…todo el día hace lo que no debe,
travesura tras travesura…a veces se hace la pila y la caca en el pantalón,
entre otras cosas…parece como si buscara sacarme de mis casillas…pero me doy
cuenta de que busca mi atención, busca despertarme, de la manera que sea…
Pero cuando tengo un buen día y me puedo relajar…cuando me
olvido por un momento del bendito autismo y sencillamente puedo ser feliz con
Almudena y Caetano, Cai es otro…deja de correr de un lado para el otro, deja de
hacer travesuras, se sienta tranquiio a dibujar, a escuchar música…se integra
más a las actividades de la familia…incluso se anima a tratar de pronunciar
algunas palabras…
Entonces…el sueño me está indicando claramente el camino que
debo seguir…dejar de sufrir por el autismo de Cai, dejar el maldito duelo… amar
a Cai y a Almu…ser alguien más positivo, más feliz…dirigirme a Cai siempre con
una sonrisa y con amor…y sobretodo, disfrutar cada instante con mis
pequeños…Cai y Almu se merecen a una mamá así…Hay mucho en que trabajar
todavía…
SIMPLEMENTE SE TRATA DE APRENDER A AMAR Y A SER FELIZ...
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