Para Caetano…y su hermosa voz…
Hace algunos años, antes de la pandemia, yo llevaba a
Caetano a un centro donde una vez a la semana se reunía con otros niños para
realizar actividades psicopedagógicas…mientras los niños trabajaban en el aula
con las maestras, las mamás esperábamos y conversábamos…
Un día yo, que estaba particularmente cansada y
frustrada, me quejé porque por más que me sentaba todos los días a enseñarle a
Cai cómo escribir las vocales, no veía avances significativos…y en medio de mi
discurso tan negativo, una de las mamás me miró, y me dijo mirándome a los
ojos: “al menos tu hijo puede hablar”…
Me callé inmediatamente…dejé de quejarme…tenía
razón…cuando Caetano era muy chico y ni siquiera podía imitar los sonidos para
formar palabras, en algún lado leí que sólo el 50 por ciento de niños con
autismo lograba hablar…por mucho tiempo esa idea fue como una nube oscura en mi
cabeza…la cantidad de veces que soñé con mi hijo hablando…me despertaba
angustiada…porque no sabía si algún día iba a escuchar su voz…
Un día, mi mamá, que tiene a veces boca de oráculo, me
dijo: “he soñado con tu hijo…soñé que podía hablar”…En efecto, Caetano
pronunció su primera palabra a los 6 años…no gracias a mí, sino gracias a su
terapista, Melissa, a quien le estaré agradecida por toda la vida…consiguió lo
que para mí a esas alturas parecía un imposible…y se cumplió así la profecía
del sueño de mi mamá…
Entonces cuando aquella mamá me hizo pisar tierra…me
dí cuenta que tenía la suerte de poder escuchar su voz…Caetano era de ese 50
por ciento que había logrado el habla…
Sin embargo, el que Caetano aprendiera a hablar no fue
el final de la historia, sino el principio de otra bastante complicada…
El principal problema era que Caetano hablaba muy poquito…unas cuantas
palabras: “dame pan”, “dame jugo”…y poco más…y el otro gran problema era que no
podía pronunciar con claridad las consonantes…tampoco tenía muchas praxias…
Con el tiempo no pudimos mantener la terapia de
lenguaje, y tuvimos que afrontar estos problemas por nuestra cuenta…de la mejor
manera que pudiéramos…Caetano iba a un centro de lunes a jueves, en casa en las
horas libres avanzábamos actividades psicopedagógicas…pero el asunto del
lenguaje seguía casi igual…y así, pasaron algunos años, hasta que llegó la
pandemia el 2020…
Como resultado de la pandemia empezamos a pasar más
tiempo en casa con los chicos, y pudimos, tanto mi esposo como yo, dedicarnos más a enseñarle cosas a Cai…y fue
en estos 3 años que empezamos a ver muchísimos avances en Cai…empezó a hablar
más…nos sorprendió con muchas nuevas frases y palabras: “dame X por favor”,
“apaga/prende la luz”, “mascarilla”, “cama”, etc…Caetano aprendió en estos años
pandémicos que las palabras eran importantes para expresar lo que necesitaba y
lo que quería…y ahora cada vez que quiere algo te persigue por toda la casa
diciendo lo que quiere a voz en cuello…es sumamente terco e insistente…y eso a
mí, en vez de molestarme, me encanta…me quedo allí escuchándolo, y aunque me
repita una palabra una y mil veces, el sonido de esas palabras, el sonido de su
voz es para mí un regalo del universo…
Todavía no pronuncia bien las consonantes…y sigue
teniendo muy pocas praxias, pero estamos trabajando en ello…
Por otro lado está desarrollando otras habilidades…me
dí cuenta de que memoriza las palabras…y las escribe cuando quiere encontrar
algún video en Youtube…a veces usa este recurso para entrar a Google y
comunicarnos lo que quiere; por ejemplo, escribe en el buscador para encontrar
una foto de pollo con papas, y nos muestra así lo que quiere comer ese día…
Está aprendiendo a leer de a pocos…por ahora palabras
de dos sílabas, pero es un prometedor inicio de la lectoescritura…
Usamos las imágenes como recurso a la hora de
enseñarle cosas…y estamos evaluando cuál sistema de comunicación podría ser
mejor para él…tal vez en un inicio se podría usar uno con imágenes…pero mi idea
es seguir con la lectoescritura (además del lenguaje hablado) para que pueda
escribir más tarde como una forma más de comunicarse (usando las imágenes como
apoyo)…en realidad voy trabajando en varios flancos…y de una manera un tanto
ecléctica para lograr que se comunique usando diversos medios y alternativas…
Y así estamos ahora…viendo hacia atrás me puedo dar
cuenta de cuánto hemos avanzado, y veo que todo lo recorrido y lo pasado, todo
lo aprendido está dando frutos…lo veo cada día en Cai…me gusta tanto sentarme
con él a enseñarle a escribir, leer, a enseñarle a pronunciar palabras…
Hace tiempo tuve un sueño…estábamos en la playa Cai y
yo…él era un adolescente de unos 18 años, y estaba junto a un grupo de amigos
de su edad divirtiéndose…y yo lo miraba desde lejos…había una chica a su lado y
parecía que a él le gustaba…lo veía tan contento…en eso Cai se acerca a mí…le
pregunto: “Cai, porqué cuando eras más chico no hablabas?”…Después de unos
segundos en silencio, Cai me respondió: “porque
no creía que fuese necesario”…nos miramos…Cai sonrió despreocupado y feliz, y
volvió corriendo a reunirse con los otros chicos…
Ahora me doy cuenta de que ese sueño me estaba mostrando
la clave de todo…Cai empezó a hablar cuando lo consideró necesario…cuando
sintió que tenía que hacerlo para comunicar lo que quería o sentía…cuando la
necesidad de conseguir algo se hizo realmente imperiosa…finalmente fue una
decisión de Cai..fué cuando él quiso…no cuando yo o nadie más lo quiso…fueron
sus tiempos, no los míos…y así ha sido y será siempre…de nada vale correr, ni
presionar, ni desesperarse…todo llega y llegará a su debido tiempo…mientras
tanto seguimos trabajando día a día para que las cosas sucedan…avanzando lentos
pero tranquilos…y disfrutando cada paso del camino…de este increíble y
maravilloso camino hacia la voz de Caetano…